Nada más verte y sentir ardorosa
subiendo de mis muslos a mi pecho
una sensación extraña que me acosa
como un animal salvaje en acecho.
Nada más verte y se me nota
en el fulgor que emana de mis ojos,
el deseo fatal de saborearte gota a gota
hasta saciar uno a uno mis antojos
Y olvidarme de todas las heridas
que han surcado los rincones de mi alma,
de tu mano cruzar las avenidas
que me lleven al mundo de la calma
Nada mas verte y el mundo se transforma,
no hay soledad ni maldad que me lastime
en felicidad y amor va tomando forma
ya no existe temor que me domine
Despiertan la fe, la esperanza, la alegría
tocando en mi corazón los aldabones,
sintiendo que aún puedo todavía
cosechar racimos de ilusiones
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